Tú eres Rey le preguntó
ya Pilatos iracundo.
Y Jesús le contestó:
Mi reino no es de este mundo
pero Rey, sí lo soy Yo.
(Pregón o saeta a rigor castreño recogido por Antonio Salido Bravo)
25 de noviembre, Solemnidad de Cristo Rey del Universo
Libro de Daniel
7,13-14.
Yo estaba mirando, en las
visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de
hombre; él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta él.
Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los
pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y
su reino no será destruido.
Salmo 93(92),1ab.1c-2.5.
¡Reina el Señor, revestido de majestad!
El Señor se ha revestido,
se ha ceñido de poder.
El mundo está firmemente establecido:
¡no se moverá jamás!
Tu trono está firme desde siempre,
tú existes desde la eternidad.
Tus testimonios, Señor, son dignos de fe,
la santidad embellece tu Casa
a lo largo de los tiempos.
Apocalipsis 1,5-8.
Y de Jesucristo, el Testigo
fiel, el Primero que resucitó de entre los muertos, el Rey de los reyes de la
tierra. El nos amó y nos purificó de nuestros pecados, por medio de su sangre,
e hizo de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A él sea la gloria
y el poder por los siglos de los siglos! Amén.
El vendrá entre las nubes y todos lo verán, aún aquellos que lo habían
traspasado. Por él se golpearán el pecho todas las razas de la tierra. Sí, así
será. Amén.
Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que
vendrá, el Todopoderoso.
Evangelio según San Juan 18,33b-37.
Pilato volvió a entrar en el
pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: "¿Eres tú el rey de los
judíos?".
Jesús le respondió: "¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de
mí?".
Pilato replicó: "¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos
sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?".
Jesús respondió: "Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de
este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera
entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí".
Pilato le dijo: "¿Entonces tú eres rey?". Jesús respondió: "Tú
lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar
testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz".
Comentario del Evangelio por Santa Teresa de Jesús (1515-1582), fundadora del Carmelo Descalzo, mística,
doctora de la Iglesia
Camino de Perfección, cap. 22
"Mi reino
no es de este mundo”
Rey sois, Dios
mío, sin fin, que no es reino prestado el que tenéis. Cuando en el Credo se
dice: “Vuestro reino no tiene fin”, casi siempre me es particular regalo.
Aláboos, Señor, y bendígoos para siempre; en fin, vuestro reino durará para
siempre. Pues nunca Vos, Señor, permitáis se tenga por bueno que quien fuere a
hablar con Vos, sea sólo con la boca... Sí, que no hemos de llegar a hablar a
un príncipe con el descuido que a un labrador, o como con una pobre como
nosotras, que como quiera que nos hablaren va bien.
Razón es que, ya que por la humildad de este Rey, si como grosera no sé hablar
con él, no por eso me deja de oír, ni me deja de llegar a sí, ni me echan fuera
sus guardas; porque saben bien los ángeles que están allí la condición de su
rey, que gusta más de esta grosería de un pastorcito humilde, que ve que si más
supiera más dijera, que de los muy sabios y letrados, por elegantes
razonamientos que hagan, si no van con humildad.
Así que, no porque El sea bueno, hemos de ser nosotros descomedidos. Siquiera
para agradecerle el mal olor que sufre en consentir cabe sí una como yo, es
bien que procuremos conocer su limpieza y quién es. Es verdad que se entiende
luego en llegando, como con los señores de acá, que con que nos digan quién fue
su padre y los cuentos que tiene de renta y el dictado, no hay más que
saber...Sí, llegaos a pensar y entender, en llegando, con quién vais a hablar o
con quién estáis hablando. En mil vidas de las nuestras no acabaremos de
entender cómo merece ser tratado este Señor, que los ángeles tiemblan delante
de él. Todo lo manda, todo lo puede, su querer es obrar. Pues razón será,
hijas, que procuremos deleitarnos en estas grandezas que tiene nuestro esposo y
que entendamos con quién estamos casadas, qué vida hemos de tener.